viernes, 4 de junio de 2010

¡Oh! Qué cabra más rara


Había una vez una cabra que tenía muchos colores: rosa, amarillo, azul, verde, naranja, violeta y rojo. Vivía en una granja. El granjero ya que esa cabra era distinta la tenía en un lugar especial. Ese lugar era el jardín encantando. Ese lugar tenía magia. Esa magia era que la cabra comía y al segundo ¡Plaf! otra planta. La cabra estaba muy bien, claro, pero un día la cabra se dió cuenta de que las otras cabras le tenían envidia y ella se quería hacer amiga de éstas y no podía. Hasta que un día el granjero se dió cuenta de que la cabra había tenido 3 cabritillos. El granjero trajo a otra cabra. Se hicieron amigas. Después se fueron y en el campo, se hicieron amigas de las ranas y de los caballos. Se hicieron una estupenda cama de paja. Allí vivieron. Luego eso se convirtió en una ciudad. Un humano las cogió y las llevó a la granja. Allí tenía cerdos y cabras. Ella echaba de menos a su familia. Resulta que todas esas cabras eran su familia hasta que un día se convirtieron en humanos. Fueron a las Vegas y a la playa. Después compraron una casa que tenía un jardín donde todos pudieran jugar, ya que los niños tenían que ir a clase. Se hicieron muchos amigos. En su cumpleaños invitó a todos hasta a la profesora que se cambió al instituto. Ya se hicieron mayores, se casaron y tuvieron 3 hijos que se llamaban Álvaro, Mariuxi y Unai. Ellos se portaban muy bien y sacaban en los exámenes un 10. La mamá se llamaba Silvia y el papá se llamaba Jon. Se compraron una casa y vivieron felices y comieron perdices.

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