Érase una vez una mamá cabra y 7 cabritillos. La mamá les dice: -Tener cuidado puede aparecer el lobo. La mamá se fue al mercado.
El lobo fue de puntillas a la casa. Llamó a la puerta diciendo: -Abridme soy mamá. Pero el lobo tenía una vos muy ronca y los cabritillos dijeron que no era mamá.
Entonces fue a la granja y le pidió huevos al granjero. Asustado le dio los huevos. Se los tomó. Luego fue a casa de los cabritillos y les dijo: -¡Soy mamá! ¡Abridme! Se acordaron de que tenía que enseñar la patita.
Entonces cuando enseño la patita negra no le abrieron la puerta. Entonces fue al molinero y le pidió harina. Se la dio y metió sus dos patas delanteras. Fue a la casa y enseñó la pata. Le abrieron y se comió a seis.
Cuando vino la mamá vio que no estaban y el pequeño le contó lo sucedido. Cogieron aguja e hilo y sacaron a los seis cabritillos de su tripa.
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