Había una vez un sastre que se hizo mermelada y vinieron moscas. Mató varias. Luego le oyeron los centinelas y le llevaron a palacio. Le mandó el rey que matara al monstruo. Éste cogió una piedra y la aplastó. El cogió queso y lo aplastó. Luego cogió un pájaro y lo lanzó. El sastre cogió un pájaro y lo lanzó.
Luego le invitó a su casa. A media noche le dió con un palo. El sstre se despertó y dijo: -He dormido muy mal. Alguien me hizo cosquillas. El monstruo se marchó.
Al pasar, la gente le echó ramos al sastre y una princesa le dedicó una de las mejores sonrisas del mundo.
domingo, 9 de mayo de 2010
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